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lunes, 8 de septiembre de 2008

Pf...el mal aliento...

Lo sé, es una situación embarazosa tios, estoy de acuerdo con todo el mundo al que le haya pasado lo que a mi.
Oh cielos, a mi compañero de clase le apesta la boca a ácido mezclado con ratas muertas.
¿¿ Cómo hacer para decírselo sin que le siente mal ??
6 posibilidades. De mayor grado de afectividad a menor grado:
1º Disculpe amigo, debo decirle que es molesto estar a su lado, es una situación embarazosa y por eso se lo diré sin rodeos. Es conveniente un lavado de dientes diario.
2º Perdone, podría aparse un poco cuando me hable ?
3º MM....aquí hay algo que huele mal y yo tengo novia....y tu no has estado con una chica en tu vida....mmm....
4º Oye tio, te huele el aliento a puta mierda.
5º Por favor, puedes ir a dar una vuelta y suicidarte por el camino ?¿
6º Mire...amigo...no es por nada, pero estoy seguro de que su aliento es la cosa mas apestosa que he olido en mi vida. Debería firmar un testamento puesto que es posible que muera en el acto si vuelvo a olerle la puta boca.
La verdad, me caía bien, pero desde que olí su aliento, prefiero considerarle algo más bajo que un ser humano.
Sinceramente, no debería tener derechos humanos.
Es posible que se quede solo para el resto de su vida, así que por favor, vayase muy lejos de aquí porque nadie le quiere y APESTA.

5ºCapítulo FINAL Historia Susana

CAPÍTULO 5. ¿VUELTA A CASA?

De nuevo, Susana se despertó de un salto, pero esta vez estaba en una cómoda cama. Le dolía todo el cuerpo, estaba llena de cables y tubos. La habitación era blanca y en ella había numerosas máquinas extrañas; sin duda alguna , estaba en un hostipial.
Escuchó a dos personas hablando en el pasillo. Una de ellas, hablaba con la voz grave, igual que los otros.
_Señora Moreno, es muy posible que su hija padezca de amnesia y por lo tanto no recuerde nada de su vida anterior al accidente. La segunda fase de la operación resultó ser muy complicada.
La señora, llorando a cántaros, respondió como pudo:
_¿Pero...es posible que se despierte...?¿Cuando lo haga podré intentar hacerla recordar quién soy...?
_No puedo responderla a nada...lo siento...Hizimos lo que pudimos, salir de un coma es muy complicado...
Susana por primera vez sonrió. No sabía quienes eran esas personas, pero una intuición le hizo suponer que pronto acabarían las torturas, a las que había estado sometida. Ahora tenía menos miedo.
La mujer, observó que nuestra querida amiga había despertado y fue corriendo a abrazarla.
_¡Ay hija mia, has despertado! ¡Que alegría, pensaba que no lo harías nunca!
_Mmm...No sé quién eres... Respondió Susana confundida.
_¡Soy tu madre, acaso no te acuerdas de mi!
_Eso de que eres mi madre, me lo ha mencionado otra persona hace poco...
_En serio hija mia, ¡creme! sería un sueño. ¡Esto es la realidad!
_Después de todo lo que me ha pasado, todo lo que he sentido y lo que he sufrido...¿Crees que puedo saber qué es la realidad y qué es un sueño?
El médico intervino en la conversación y dijo a la señora que fuera a descansar para dejar tranquila a Susana; la cual, no estaba en condiciones de relaccionarse con la gente y menos con su supuesta madre. A su vez, terminó diciendo que le atendería un especialista para recuperar la memoria.
_¿Estás bien Susana? Dijo el médico a nuestra querida amiga.
_¿Vas a volver a jugar conmigo o me vas a dejar tranquila? Respondió enfadada al recordar que tenía el mismo vocablo que el Gnomo, el árbol y el psicólogo.
_No, en absoluto. No soy quién crees que soy, seguramente hayas escuchado mi voz en la operación y hayas creado un personaje en tus sueños al oirme. No te preocupes que te ayudarán dentro de poco.
_Eso me lo han dicho hace un rato. Estoy harta de que me lo digan y no hagan nada, sólo empeoran mi situación.
_Entiendo tu estado. Será mejor que hables con otra persona que te pueda convencer de que ya estás en la realidad.
Pocos minutos más tarde, un médico llegó a la consulta y estuvo hablando con Susana, durante largas horas. Al final, logró convencerla de que estaba en la realidad e hizo que recordara su memoria a base de fotos, sus diarios, sus amigos...
Al día siguiente, fue su amigo Jorge a visitarla. Cuando la vio, le saltaron lágrimas de alegría y la dio un abrazo de más de tres minutos. Esto produjo una verdadera sonrisa en nuestra querida amiga, por lo que Jorge, que ya sabía lo que significaba ese gesto único en Susana, no pudo resistir a besarla.
Por fin, dieron de alta a Susana y cuando llegó a su casa sintió que era feliz. Su familia la trató como nunca la había tratado en la vida; ¡La dejaron estar un día entero con su gran amigo!
Cuando se acostó, por primera vez en su cama, se asustó. Estuvo más de dos horas sin poder dormirse.
¡De rrepente...!

4º Capítulo Historia Susana

CAPÍTULO 4. DESESPERACIÓN

Susana se levantó de nuevo en un salón que no había visto en su vida. La luz del día asomaba por las ventanas. Estaba sentada en un sofá muy cómodo, frente a un televisor. Los títulos del final de una película se veían en él. Una señora de unos cuarenta y pico años bastante atractiva y con apariencia alegre, le tocó el hombro y le dijo:
_Vamos hija, te has quedado dormida. ¡Te has perdido la escena que tanto te gusta! Esa que dice: "Y te convertirás en lo que siempre has sido, un pez muy grande."
Nuestra querida amiga se quedó muy sorprendida al ver que esa mujer conocía sus gustos. Se asustó un poco pero intentó mantener la calma.
_Bueno, sube a ducharte ya. Recuerda que te lleva la madre de Eduardo al rastro.
Susana ya no pudo más. Empezó a perder la cabeza al sentir el pánico que le producía la situación en la que estaba. ¡Después de que las cosas habían comenzado a ir mejor en el campamento ahora ni conocía a la señora que le trataba como a su hija!
_¡Quién eres tú! ¡Sácame de aquí!¡ Llévame a un psicólogo, por favor ,estoy harta!
_¿¡Qué te ocurre hija mía?! Dijo la mujer preocupadísima.
Susana se levantó de un salto, apartó a su "madre" de un fuerte empujón y se fue corriendo por la casa en busca de una salida. La ansiedad por buscarla de apenas medio minuto le pareció ser de más de una hora. Al final, salió por una ventana, mientras la mujer lloraba.
A la vez que la señora inundaba la casa de lágrimas e intentaba detener a su supuesta hija, Susana, huía del hogar y comenzaba a correr por la calle, desorientada pero en dirección Oeste. Las dos personas que la vieron se quedaron sorprendidas.
La madre marcó el número de su hijo en el teléfono:
_¡Juan, Juan, por favor! ¡Necesito tu ayuda inmediatamente, tu hermana se ha vuelto loca, no me reconoce ni a mi ni a su casa! Ayudame por favor! Grito desconsolada.
A su vez, llamó también a su marido Paco, explicándole lo ocurrido con las mismas palabras de lamento.
Nuestra querída amiga reía por no llorar (aunque en realidad se le caían las lagrimas). Llegó a un bosquecillo después de unos minutos corriendo. Le había entrado asma por lo que pensó deterner su marcha. Se paró al lado de un puesto de vigilancia abandonado y entró en él. Olía a pis de gato concentrado; un asco. Las escaleras que subía eran de piedra desgastada por los años.
Muy asustada, se sentó en una esquina en lo alto de la torre junto a una ventana. Sóla ,con el canto de los pájaros, lloraba angustiada y pensaba para sus adentros:
_¿Por qué me tendrán que pasar a mi estas cosas? ¿Será por no ir a misa los domingos...? Ya no sabía que explicación dar a la situación. Empezaba a entrarle hambre, eso hacía que se sintiera aún peor.
Se fijó en su muñeca, ahora el reloj marcaba las 11:00 de la mañana , 30 de marzo del 2008.
Al cabo de unas horas distrayéndose con el piar de los pájaros, escuchó unos gritos que decían su nombre repetidas veces y se asomó. Observó a un tipo joven, de la edad de su "hermano Rafa", algo gordo, con el pelo largo y gafas. Parecía estar molesto.
Nuestra querida amiga se volvió a sentar y, después de unos escasos segundos, llegó a la conclusión de que necesitaba la ayuda de alguien inmediatamente. No podía vivir así mucho más tiempo.
Así pues, salió de su escondite y tímidamente dijo:
_Hola...Estoy aquí...necesito su ayuda por favor...¡No puedo aguantar más!
El joven, al verla, corrió hacia ella enfadado y provocó un miedo aún mayor en Susana, que ahora estaba temblando. Se acercó a nuestra querida amiga y la dio un fuerte abrazo; o al menos eso intentó, ya que ella se alejó de él.
_¿Qué narices te pasa tía? ¿De que vas, preocupando así a tu madre? ¿Estás tonta o qué? ¿Has perdido la cabeza?
_Mira...no te conozco de nada...pero con esa actitud...dudo que tengas intención de escucharme...
_Hombre, pues sin saber nada es normal que reaccione así, pero...bueno, explícame.
_Mira...Necesito ir a un psicólogo cuanto antes, he perdido toda mi memoria y me están pasando cosas extrañísimas.
Susana le contó toda su historia hasta este momento y al finalizar, el individuo cambió la cara radicalmente. Ahora ya no estaba enfadado, parecía tener toda la intención del mundo en ayudar a la chica.
_Susana...es difícil esta situación...pero no tengo más remedio que aceptarla. Mi nombre es Juanto, soy tu hermano y tengo 24 años. Estás en Madrid, Pozuelo de Alarcón. Vives en la carrera de la cañada número 62 y tus padres se llaman Susana y Francisco (Paco). Vamos, ven conmigo y te llevaremos a un psicólogo. No te preocupes más que ya me tienes a mí, ¿está bien?
Nuestra querida amiga se secó las lágrimas y sintió como el hombre tenía buenas intenciones sobre ella. Ya que no podía hacer otra cosa que confiar en él, aceptó y fueron a la casa donde había comenzado el grave incidente. Se había fijado en la calle y eran ciertas las palabras de "su hermano".
Algo más tranquila, Susana entró acompañada de Juan y la mujer de antes, con lagrimas en sus ojos, saltó en sus brazos dandola numerosos besos por toda la cara.
_No te preocupes hija mía, te intentaremos ayudar.
La familia dio de comer a nuestra querida amiga, estaba hambrienta. ¿Cuanto tiempo llevaría sin ingerir ningún tipo de alimento? Desde los huevos en la casa abandonada según su reloj, un mes apróximadamente.
Mientras comía, llegó un hombre bajito y algo vejete, con el pelo largo despeinado y la barba descuidada. Su nombre era Paco.
Fue a Susana y la intentó dar un beso pero ésta se alejó asustada. Había mucha confusión entre la familia, no sabían que hacer con la situación. La madre llamó por teléfono a Eduardo para decirle que Susana no iría al rastro.
Después de media hora pensando qué hacer, la familia decidió llevar a Susana a un psicólogo como ella deseaba y fueron en coche hasta uno de Madrid. No pidieron cita, pero les atendieron amablemente.
En el vehículo, Susana se alejaba de Juanto aunque éste intentaba consolarla.
Finalmente, aparcaron milagrosamente el coche en una calle muy cercana al edificio, dónde se encontraba el despacho del doctor.
Tenían que subir unas escaleras para llegar a la consulta. Ésta, tenía un hall donde había una secretaria joven que les atendió.
_¿Tenéis cita previa? Dijo la señorita.
_Mire...tenemos un grave problema: mi hija ha perdido toda su memoria y no se acuerda de nosotros. Respondió la madre sollozando.
_Llévate a Susana a la salida Paco, ya me encargo yo. -Intervino Juanto-
Disculpa -Continuó el hermano- Necesitamos ver a un especialista lo antes posible, no hemos podido pedir cita, porque estamos ante un caso bastante grave y necesitamos atenderlo lo antes posible. Como dijo mi madre, mi hermana ha perdido toda su memoria y no se acuerda de nosotros.
_Veré lo que puedo hacer, este caso nunca se nos ha presentado ante jóvenes...Respondió la secretaria.
La señorita, dejó su puesto y llamó a una puerta que había en la consulta; después de unos minutos, salió un señor de la habitación y dijo a Susana que pasara sola.
Juanto se quedó esperando en una silla cercana a la puerta y Paco estuvo consolando a Susana, la madre que lloraba y lloraba fuera de la consulta.
Nuestra querida protagonista, entró en una habitación pequeña con muchas estanterías llenas de libros y un sofá bastante cómodo; al lado de éste, había una silla.
_Buenos días. ¿Tu nombre y apellidos por favor? Le prenguntó el hombre con una voz grave muy parecida a la del gnomo y a la del árbol.
_Me llamo Susana Bermejo Moreno. Respondió la chica secándose las lágrimas.
_¿Y cuantos años tienes?
_15, recién cumplidos...o al menos eso creo, porque mi cumpleaños es el 3 de marzo...
_Sientate en el sofá. Bien, tienes que responder a todas las preguntas que te haga, ¿vale? no te preocupes.
_Está bien...
_¿Has pensado alguna vez el por qué de las cosas?
_Mmm.... Susana se extrañó al escuchar la pregunta, pero respondió creyendo que era parte del tratamiento. Claro que lo he pensado, creo que todo el mundo lo ha hecho alguna vez.
Yo pienso que nacemos por algo en concreto, un fin. Nuestro destino nos marca lo que tenemos que hacer, y cuando lo cumplimos, morimos. Todo tiene un sentido, pero no se lo damos nosotros, de eso se encarga el destino.
_Veo que es imposible hacerte cambiar de opinión, una vez mas, demuestras que merece la pena vivir a pesar de todo lo malo que pueda ocurrirle a una persona, como tu. Estoy muy impresionado contigo Susana Bermejo, mereces despertarte. Cuarta y última fase terminada.

3ºCapítulo Historia Susana

CAPÍTULO 3. ¿POR FIN ACABA?

_¡Susana!¡Susana!, ¿donde te has metido tía? Estamos comiendo dulces, te lo estás perdiendo.
Nuestra querida amiga se hallaba ahora en el suelo de un claro, junto a un lago. Su entorno era bastante bello a la luz de la luna, pero el cantar de los búhos lo hacía a su vez extremecedor. Su ropa ahora era muy diferente; ya no iba de calle, estaba vestida con un uniforme extraño de colores verdes y marrones pero conservaba sus famosas zapatillas.
Susana tenía miedo. Una vez más, no sabía donde estaba ni quién la llamaba, aunque su voz la sugería algo.
De repente, la luna, dibujó la sombra de una chica obesa, que salía a través de la oscuridad del bosque. Llevaba el mismo uniforme que ella. Rápidamente, como cuando se dice que ves toda tu vida antes de morir, entraron en la cabeza de Susana, toda una serie de escenas, donde aparecía ella con la chica en muchos sitios diferentes. Se reían alegremente. A su vez, supo toda la personalidad de la corpulenta adolescente. Sabía que podía confiar en ella.
_Venga tía, ¿quieres venir ya? ¿Qué haces ahí sóla? ¿Ibas a verte el reflejo en el lago?
_Ana..tengo que confesarte algo muy importante... Sinceramente, no tengo ni idea de qué hago aquí y tampoco tengo idea de dónde estoy...ahora mismo sólo te tengo a tí.
Susana contó todas sus historias desde que apareció en la cama del granjero y su amiga quedó sorprendida al ver cómo nuestra querida amiga, una vez más y con mucho ingenio, se inventaba ese tipo de bromas tan rápidamente.
_¿Me ves con cara de estar de guasa Ana? Estoy hablando muy enserio. Dijo muy enfadada.
_Venga tía, no digas chorradas, tengo mucha hambre. Vamos a comernos los dulces esos...que tienen una pinta estupendísima.
_Ana, por poco te lo crees, pusiste una cara...¡Jajajaja! Vamos.
Nuestra querida amiga pensó que sería mejor que fuera a un psicólogo especialista para que le ayudase en su problema...comprendía que su amiga no le creyera y se puso en su lugar. Llegó a la conclusión de que estaría mejor pasándoselo bien ahora que conocía a alguien. Supuso que recordaría también a la gente con la que estaba Ana.
Así pues, se levantó de nuevo y por tercera vez con ánimos. Las dos amigas se adentraron en el bosque, y después de unos minutos andando con la obesa de guía -y con la luz de la luna de visión- llegaron a un campamento, donde había unas personas alrededor de un fuego cantando y riendo mientras comían unos malvaviscos calentados al fuego. El ambiente le gustaba mucho a Susana por lo que "olvidó" un poco el tema.
Las dos chicas se aproximaron al grupo.
_¡Donde leches estabas! ¡Te ibas a perder estas nubes! Dijo un hombre de unos veinti poco años que también le sonaba mucho de algo.
El hombre que le habló,lo veía de nuevo en infinitas escenas que se agolparon en su cabeza. Rafa (Tete llamado por Susana) estaba presente en todas. Aparecía con los padres de él en una casa donde vivían como en familia, por lo que supuso que era su hermano. Pero a los padres no los conocía. Era algo misterioso.
A su vez, en muchas de esas escenas aparecía la novia de Tete, con la que iba al cine muchas veces.
La personalidad de Rafa y de esa chica ahora eran conocidas por Susana. Le comenzó a doler un poco la cabeza.
Le ocurrió lo mismo al ver a las otras 3 personas que estaban junto a Tete. Pepo, Diego y María también eran ahora conocidos.
Nuestra querida amiga estuvo cantando y riendo con sus nuevos amigos -a los que ella creía conocer de hace tiempo- unas dos o tres horas. Llegó el momento de contar historias y cuando le tocó el turno a Susana, narró la suya desde que despertó en la cama del granjero. Su buena amiga Ana, soltó una pequeña carcajada al volver a escucharla y dijo:
_Antes cerca del lago me la contó, por poco me lo creo y la tomo por una loca, ¡Hahahaha!.
Los demás rieron. Susana sacó una de sus falsas sonrisas. Recordó la situación en la que estaba. Empezó a preocuparse y a sentirse un poco mal por lo que quiso abandonar la velada.
_Bueno, tengo mucho sueño...me voy a ir ya a la cama. ¿Donde estaba mi tienda Ana?
Sus amigos intentaron convencerla de que permaneciera con ellos pero hizo caso omiso.
_Esa que está cerca del árbol con forma humana.
¡Era cierto! Con la suave luz que emitía la fogata apenas pudo fijarse. El extraño árbol tenía agujeros en su corteza que hacían de ojos y boca y sus ramas alargadas funcionaban como brazos.
Nuestra querida amiga, se introdujo en la tienda de campaña y observó una mochila que le había aparecido, antes, en una de las escenas con Tete. Se la había regalado, un día que se fueron los dos y la novia de Rafa de camping. Allí también estaban las cosas de Ana, sabía que eran suyas por el mismo motivo. Colocó su esterilla y se acostó.
_¿Qué me está pasando?¿Por qué a mi?...¿es acaso una especie de castigo realizado por el Karma? ¡no entiendo por qué me he desmayado cerca de ese lago, he tenído todos esos extraños sueños y visiones y he perdido toda mi memoria!¡Como es posible que no recuerde ni mi familia ni mi hogar pero sí a esos amigos mios y a mi "hermano"?
La desesperación comenzaba. Quería ir a un psicólogo lo antes posible para poder ser tratada. ¡No quería volverse loca!
De pronto, un silencio inundó el ambiente. Fue muy incómodo dejar de oir a sus amigos hablar y a los búhos cantar. Sólo estaba presente el sonido de los árboles arrullados por el viento. Se asustó.
_¡Susana, Susana! ¡Acércate Susana! Una voz muy grave y misteriosa provenía del exterior. Le hacía temblar. Tenía muchísimo miedo y no se atrevía a salir. Gritó auxilio pero no hubo respuesta alguna.
_¡Vamos Susana, sal, tenemos que hablar! Algo tocó la tienda y comenzó a moverla para que saliera. Esa extraña voz insistía.
Tímidamente y muy asustada, asomó la cabeza despacio y observó: ¡El árbol había tomado mayor forma humana. Ahora sus brazos eran largos y de hombre, su corteza se había tornado en piel! Éste apenas parpadeaba.
El fuego aún ardía pero sus amigos ya no estaban. Gritó desesperada.
_¡Qué es lo que quieres de mí! ¡Qué me está pasando y dónde están mis amigos!
El árbol permaneció unos segundos en silencio y respondió:
_¿Has pensado alguna vez en si tus amigos son de verdad tus amigos?
La chica, muy enfadada, dijo:
_Claro que si, pero qué tendra que ver eso ahora? ¡responde a mis preguntas!
_Tiene mucho que ver, tus amigos te han abandonado; no me extraña, no querían estar con una loca y se marcharon. Nadie quiere estar con una enferma mental.
Susana observó a su alrededor, las tiendas de campaña ya no estaban, sólo permanecía la suya. Miró dentro de su tienda y las cosas de Ana ya no estaban.
Muy triste y casi llorando contestó:
_¿Por qué me tiene que pasar esto a mi? ¿Que he hecho....?
_Nada, simplemente contesta a mi pregunta y yo contestaré a las tuyas.
_Pues...la verdad es que eso yo ya lo sabía, no puedes fiarte nunca de nadie. Salvo tu madre, todo el mundo te puede dar una puñalada trapera cuando menos te lo esperes. Dijo ella con un tono de voz más suave y calmado.
_¡Oh! ¿Entonces ya lo tienes asumido?
_¿Si te respondo esto último me dirás todo lo que quiero saber?
_Claro.
_Bien, pues sí, ya lo tengo asumido y no por ello me estanco, sigo adelante siempre y siempre seguiré adelante.
_Pero tu hermano Rafa no te ha abandonado, él nunca lo haría, o al menos hoy por hoy. ¡Te está despertando!

2ºCapítulo Historia Susana

CAPÍTULO DOS. LA EXPERIENCIA MILITAR

_¡Corre Susan, levántate, rápido!
Un hombre con uniforme militar con un arma a sus espaldas y de acento inglés, corría hacia nuestra querida amiga que yacía en el suelo de una calle en ruinas con todos sus edificios derribados y algunos aún en llamas.
_¡Vamos amiga, no tenemos mucho tiempo! El individuo se agachó rápidamente y ayudó a levantarse a la confundida chica.
De repente, un tanque con la esvástica nazi, apareció de una esquina dirigiéndose hacia ellos.
El hombre, al verlo, cogió en brazos a Susana y se la llevó lo más rápido que pudo a un edificio fuera de la linea de visión del pancer.
Una fuerte explosión se apoderó de la valentía de nuestra querida amiga. Comenzó a llorar al ver como salían por los aires piedras y ladrillos de una edificación la cual antes parecía estar intacta.
Se oían disparos no muy lejos de la posición de Susana. El hombe inglés, la miró seriamente y la dijo:
_Escúchame bien, a menos de un kilómetro de aquí, hay un escondrijo, donde se esconden republicanos españoles y militares franceses. Seguramente conocerán a tus padres. Vas a tener que ir hasta allí corriendo como no lo has hecho en tu vida, de ese modo estarás a salvo. Ten en cuenta que si te cogen, las salvajadas que te harán, ni te las puedes imaginar. ¿Está bien claro?
Susana no podía creerse lo que la estaba pasando, nunca había estado tan asustada. Así pues, como el miedo estaba tan apoderada de ella, respondió sollozando:
_...Está bien...
_Otra cosa. Dijo el hombre antes de salir. Si me disparan o me pasa algo, no mires atrás y sigue corriendo hasta que te topes con un edificio que sea muy semejante a éste. El individuo sacó una foto en blanco y negro de su bolsillo y se la dio a Susana. Seguramente esté derruído, pero podrás reconocerlo.
Mientras tanto, el tanque se alejó. Pero la suerte no estaba del todo de su lado, puesto que el sonido de unos disparos se acercaba a gran velocidad desde el otro lado.
_¡Vamos, rápido, sígueme!
Susana y el individuo corriendo hacia el Norte pasaron por encima de cadáveres y por numerosas calles destruídas.
Después de un momento, convertido en horas de desesperación y agovio para nuestra querida amiga, el hombre se detuvo en una esquina que daba a una calle amplia. Cuando la chica llegó a su posición, Susana observó a dos nazis que patrullaban la dirección por la que tenían que avanzar.
_Recuerda lo que te he dicho, si quieres salvar tu vida, continúa recto por esa calle y en poco tiempo encontrarás el edificio. No te preocupes por mi.
Antes de acabar su última frase, cogió su arma y disparó a uno de los militares. El hombro derecho del nazi se desprendió en una masa deforme de sangre. El otro, sorprendido, se tiró al suelo.
A su vez, Susana se había escondido debajo de un coche medio destruído y los minutos que pasó ahí, fueron los más largos y horríbles de toda su corta vida. Además de haber viajado al pasado por el ?”amable Gnomo”?, no tenía ni idea de quién era el hombre en el que estaba confiando y aún no sabía lo que ocurría. Empezaba a creer que necesitaba mucha más ayuda.
Sonaron más disparos. Un grito del individuo hizo que Susana se olvidase prácticamente de su pérdida de memoria y se centrase más en su situación actual.
Se asomó un poco y observó que su compañero estaba tunbado en el suelo dejando grandes charcos de sangre por dos heridas; una en el pecho y otra en la pierna. La miró y con su ultimo aliento, la dijo:
_¿Has pensado alguna vez que el mundo podría ser mejor sin tu existencia para muchos?
Susana lloraba desconsoladamente; estaba sometida a demasiadas presiones y no comprendía nada de lo que la estaba ocurriendo por lo que no pudo responder.
El hombre falleció y nuestra querida amiga estaba tan sometida al pánico que no se atrevía a salir.
Pocos segundos más tarde, llegó uno de los nazis al cuerpo del inglés y, al agacharse a recoger las pertenencias del muerto, vió a Susana.
Ésta, se arrastró por el suelo lo más rápido que pudo, salió de su escondrijo y comenzó a correr escopetada en dirección opuesta al militar. Justo antes de cruzar la esquina, el alemán consiguió agarrarla por la espalda y la empotró contra la pared de un edificio. Comenzó a romperle la ropa con
intención de violarla. Susana dio un grito y cerró los ojos fuertemente.

Nuestra querida amiga se despertó en el bosque donde había tenido el incidente con el gnomo. Su corazón aún latía como el de los ratones y tenía mucha asma. Ahora estaba más confundida, era todo tan real...
Se levantó del suelo con un dolor tan insufríble en la cabeza que tuvo que volver a sentarse. Tenía una brecha en la cabeza, pero al parecer, ya no sangraba.
_¿Te has dado cuenta de lo que puede llegar a ser el hombre? Dijo el gnomo que apareció de la nada a su lado.
_¿Pero de que vas? ¡Bastante tengo con la situación en la que estoy para que vengas tú a empeorarla! ¿¡Es que no te das cuenta de que no conozco a nadie, ni siquiera a mi propia familia!? Respondió Susana a grandes voces y muy furiosa.
_Ahora te piensas algo más las respuestas que me diste antes, ¿verdad? Quiero que reflexiones esa cuestión que te planteó tu compañero inglés antes de morir. ¿Has pensado alguna vez que el mundo podría ser mejor sin tu existencia? Le dijo el Gnomo haciendo oídos sordos a la furia de Susana.
_¡Pero vamos a ver! ¡Esto es el colmo! Sin pensarlo dos veces, nuestra querida amiga intentó agarrar al pequeño individuo pero éste se le apareció encima de un hombro. Susana intentó cogerlo de nuevo pero éste le esquivaba continuamiente apareciéndole y desapareciéndole en distintos lugares.
_Hasta que no tespondas a la pregunta, no te dejaré en paz, y si sigues así, volveré a dejarte incosciente.
Nuestra querida amiga no se rindió, intentó agarrar una y otra vez al gnomo sin lograrlo hasta que éste empezó a agitar sus manos de nuevo.
_¡Está bien, responderé a tu pregunta! ¡Pero luego me iré a por mi hermana! Bastante tengo con lo que me está pasando, para que vengas tú a traerme más problemas.
_Te escucho. Respondió el gnomo sonriendo.
_Todo el mundo tiene enemigos, lo quieras o no, siempre habrá alguien que te odie...Pero yo no pienso que sería mejor sin que existiera, porque si no, el destino ya habría acabado con mi vida.
El Gnomo desapareció al ver a lo lejos un jeep que se dirigía hacia la posición en la que estaban él y la chica. Ésta se asustó y fue a esconderser detrás de un matorral.
El vehículo llegó hasta el camino y se detuvo a pocos metros del escondrijo de nuestra querida amiga. El pánico se apoderó de ella al ver que salían dos soldados armados del coche.
_Nos queda ver esta zona, es la última de nuestra orden. Le dijo uno al otro.
_Yo iré por esa zona y tu mirarás por el Norte. Respondió el otro.
Éste último iría a echar un vistazo justo por donde estaba Susana. La chica ahora tenía aún más miedo.
Una ardilla, bastante estromboliana, llamó la atención del soldado con la mala suerte de estar el animalito muy cerca de nuestra querida amiga. El hombre cogió su arma y disparó una ráfaga de su M-16 hacia el arbusto. Hirió a Susana en el pecho y en el brazo. La chica gritó de dolor y se tumbó en el suelo. Nunca había sentido nada igual.
El soldado se acercó rápidamente a ella, la miró y la dijo:
_Segunda fase.

1ºCapítulo Historia Susana.

CAPÍTULO UNO. CONOCIENDO A SUSANA
Susana era una chavala con una personalidad muy fuerte, unos ideales muy claros y un conocimiento sobre el sentido de su vida bastante amplio a pesar de que sólo tiene 15 años. En muchos aspectos, era una persona muy madura , pero en otros se adivinaba la adolescente.
No creía en la felicidad, para ella eso era realmente imposible.
El hecho de que su madre había pasado por un cáncer cuando ella sólo tenía 12 años, las múltiples traiciones que le habían hecho todas sus "amigas" y la personalidad de su padre tan poco afectiva, habían creado en Susana una persona completamente distinta a cualquier otra. No mostraba nunca sentimientos por nadie, no contaba a nadie sus problemas y poseía un "muro" de hierro en su corazón para que nadie la pudiera hacer sufrir. Sin duda alguna, una persona poco común.
El único "problema" que tenía esta chica era que vivía en su pasado, en los momentos felices de su vida, antes de que su madre se pusiera gravemente enfermaa y se diera cuenta de que no tenía verdaderas amigas.
Por eso no se preocupaba mucho por su futuro.
De viaje de vuelta a casa, Susana estaba muy nerviosa deseando llegar para poder hablar con Jorge.
Sabía que si se gastaba más de cien euros otra vez en el móvil, sus padres le harían algún tipo de tortura como las que hacían los elfos oscuros (más conocidos como Drows) en el libro que se había leído hace poco:
_Quizá me meterían en un sarcófago lleno de hormigas carnívoras del Desierto Esptiponizado y me dejaran morir lentamente... Pensó para sus adentros. _Sí, mejor llamarle desde casa a la suya que sale gratis.
Había estado en León el fin de semana entero con sus padres y sus vecinos. Hacía mucho tiempo que no se aburría tanto; incluso con Dani, el hijo de los vecinos, era el chaval menos extrovertido del mundo; vaya coñazo era estar con él.
_Papá ¿?cuanto queda? LLevamos ya como 2 horas y media de viaje, no puede quedar mucho, ¿no?
_Que pesada eres hija, tardaremos lo mismo que en el viaje de ida, unas tres horas y media más o menos. Respondió el padre algo malhumorado.
_Rafael, por favor, no te distraigas mirando hacia a trás. Comentó la madre algo asustada.
Después de una media hora pensando en todas las cosas que le tenía que contar a Jorge, Susana ya no aguantaba más. Se estaba meando desde hacía una hora.
_¿podemos parar para que vaya a un baño?
_Bueno, está bien, pero espera a que encontremos una gasolinera; así lleno el depósito. Respondió el Padre.
La familia, al entrar por una desviación, vieron un camión que iba en sentido contrario y se dirigía hacia ellos a toda velocidad. Después de muchos gritos de desesperación y las maniobras no efectivas del padre para esquivarlo, Susana se despertó de un salto.
_Vaya, que sueño más extraño...¡Y que confusa estoy! Aparte de no conocer a esas personas, tampoco se dónde estoy ahora mismo. Pero qué narices... ¿Qué es todo esto?
Desconcertada, observó los agujeros del techo que dejaban pasar la luz del sol. Las paredes de la habitación poseían numerosas grietas. Miró también sus pies, sobresaliendo de la cama tan pequeña-medir 1.74 con quince años y siendo chica es bastante-.
Sobresaltada, escuchó su nombre en el grito del hombre mayor que entró en el cuarto. Era bajito, mayor, algo calvo y con la boca deformada por dientes muy separados. Llevaba una escoba en la mano.
_Susana, hija, ¿es que no vas a parar de dormir? recuerda, que tienes mucha tarea en el corral, las gallinas han puesto muchos huevos, tenemos suerte. Tienes que recogerlos y limpiar toda la porquería que han dejado. Aprende un poco de tu hermana, que ha despertado al Alba y ahora está segando el trigo.
Nuestra querida amiga se quedó en blanco. No había visto en la vida a ese señor, no sabía nada de él, ni siquiera su nombre. Estaba tan confusa que no pudo ni preguntar, se limitó a obedecer a su supuesto padre y esperó a ver que ocurría en este sitio tan extraño...
El hombre, al ver la cara pálida de su "hija", le preguntó:
_¿Estás bien hija? Tienes mala cara, ¿has tenido una pesadilla?
La chica no se lo podía creer, ¡supuestamente seguía en la pesadilla, esto que le ocurría era una pesadilla! no recordaba a nadie ni a nada. Sólo se conocía a sí misma. ¿Pero qué estaba pasando? Ante esta situación, optó por seguir adelante como si no pasara nada. Intentaría recordar poco a poco a su "padre" y a su "hermana".
_Emmm...no...no me pasa nada, ¿y mamá? Preguntó interesada.
El hombre cambió la cara radicalmente. Los huevos de las gallinas no eran suficiente alegría como para tapar el sufrimiento que había generado la cuestión de su supuesta hija y se puso a llorar.
_No sé que habrás soñado, pero sea lo que sea, no le tomes importancia...Mamá se fue hace mucho...nos costó superarlo, pero ya está, ¿vale? Le dijo mientras se acercaba a ella para abrazarla y darla un beso en la frente. _Arrggss, esos malditos tipejos...si no fuera por mi vejez, intentaría acabar con todos ellos...El Padre se secó las lagrimas, volvió a cambiar la cara y dijo algo confuso:
_¿Por qué no me has mandado callar? Siempre que menciono a esos asquerosos soldados te enfadas conmigo...
_Mmmm....no quería ponerme borde por una vez...
Susana no sería muy sabia, pero era bastante ingeniosa y nunca le faltaban respuestas a preguntas de ese estilo. Siempre tenía un as en la manga.
_Bueno hija, vistete y sal a limpiar el corral, que no tenemos todo el día.
_Está bien papá.
Susana se levantó de la cama de un salto y empezó a pensar muchas cosas:
_Bueno, vamos a ver, parece ser que por lo menos ese hombre sabe que me gusta tener la puerta cerrada, eso como primer detalle. En segundo lugar, ¿dónde estará el corral? Y ahora las cosas importantes:
¿Cómo será mi hermana?¿En qué año estamos?¿Qué es eso de los tipejos que ha dicho mi "padre"?Por el acento de mi viejo, parece ser que estaré por Madrid o zonas próximas...Mmm....Bueno, voy a intentar asimilar este extraño suceso y a sacarlo a delante.
Bueno tia, deja de hablar sóla y ponte en marcha, ¡tienes mucho que hacer!
Con esos buenos ánimos, a pesar de la situación, Susana abrió el armario que había cerca de la puerta y se quedó asombradísima al ver que la ropa que había en él le encantaba. Había una chupa de cuero algo desgastada, unos pantalones negros muy bonitos y....¡Una camiseta de...de...!
Derrepente, todos los famosos que le gustaban a Susana le vinieron a la cabeza, tanto de grupos de música como de actores. Recordó el nombre de todos y absolutamente todo el conocimiento que tenía sobre ellos. También le vino a la cabeza toda la cultura que tenía sobre la música. ¡Sabía tocar el piano y el saxofón!
_¡Válgame el cielo, si es una camiseta de Slash original!, increíble, ahora me apetece escuchar algo de Guns and Roses...mi grupo favorito...
Se puso una camiseta muy fea de color azul chillón ya que no quería ensuciar la increíble camiseta de su ídolo. Como hacía mucho calor, no necesitó nada más para vestirse. Encontró unas zapatillas negras "vans" al fondo del armario que...extrañamente, le sonaban de algo.
Se vistió rápidamente y salió de la habitación, pasó por un pasillo y bajó unas escaleras. Se fijaba en todo, no paraba de observar atentamente todos los detalles de la casa. Encontró un cuadro de especial interés; en él, aparecía ella dando un beso a una chica que se parecía muchísimo a ella, debajo, ponía en grande: Alfonsa y Suana. Para siempre hermanas y amigas.
Nuestra querida protagonista se quedó sorprendida al ver la alegre y verdadera sonrisa que mostraba en la foto junto a su "hermana". Sabía que ese gesto no era de los falsos, por lo que llegó a una conclusión:
_¡Estoy segura de que mi hermana podrá explicarme todo lo que ocurre! Está clarísimo que confío mucho en ella, ese gesto no es muy común en mi.
Un ratito más tarde, después de pasearse por toda la casa y aprender donde estaba cada habitación.Si antes de perder los recuerdos tenía mucha memoria, ahora que no tenía ninguno, sería muchísimo más facil recordar todo lo nuevo que se le mostrara.
Derrepente, sonó un rugido que le hizo daño a los oídos:
_Ufff....que hambre tengo...me suenan un montón las tripas, voy a ver que hay en la cocina...si es que la hay.
La encontró. Estaba justo al lado de un pequeño aseo.
Su suelo estaba bastante sucio y las baldosas poseían grietas, los armarios estaban rotos, la nevera prácticamente vacía, sólo tenía dos botellas de agua, unas cervezas y un tomate. No había ni lavavajillas, ni horno ni microhondas.
Descubrió algo bastante interesante; en la pared había un calendario del año 2008 y del mes de febrero, así que ya empezaba a tener lógica, un tiempo y un espacio, algo de bastante importancia.
Un grito desesperado de su supuesto padre le quitó el hambre. Fuera de la casa, escuchaba:
_¡Por favor, no os la llevéis, no os ha hecho nada! ¡Alfonsa, Alfonsa!, ¡siempre te querré!
_¡Papá, te quiero papá!
Susana se puso en marcha rápidamente y salió escopetada de la casa. Fuera, el paisaje era precioso, había muchos árboles, césped, montañas...era realmente bonito.
Había un pequeño huerto y una casita cerca del hogar. Allí, estaba el hombre calvo con una herida en la cabeza. Una humadera de polvo se alejaba de su posición.
_¡Susana hija, Susana! ¡Se han llevado a tu hermana en un jeep los soldados, he intentado detenerles pero no he podido...No puede ser que pierda de nuevo a alguien tan importante para mí...¿Por qué a mi?...¡Por qué! todo esto es una ruina...¿En qué nos hemos convertido los seres humanos?¡Llevarse a una chica de catorce años para...hacerla las barbaridades que la van hacer y divertirse con ella...si no fuera por mi vejez, esos estarian muertos!
El individuo se puso a llorar desesperadamente.
La chica, simplemente se acercó al señor y le dio un abrazo mientras pensaba que tenía que ir a por su hermana lo antes posible para que le pudiera explicar su situación. No quería contarle lo que le ocurría a su supuesto padre puesto que veía en él un cierto rechazo por su manera de ser tan débil y poco luchadora.
_Padre, no te preocupes, yo iré en su rescate. Respondió Susana completamente decidida.
Hubo un silencio incómodo. El hombre puso una cara de mayor sufrimiento y dijo:
_Sé...que no voy a poder detenerte...por mucho que te diga, no quiero perderte a tí también. No me vas hacer caso...así que...ten mucho cuidado...Se fueron en dirección Oeste, allí tienen una pequeña base de operaciones.
Susana reflexionó de nuevo y volvió a llegar a la conclusión de que había algo raro en ese supuesto padre, volvía a mostrarse la parte tan poco luchadora en él; ni siquiera intentó detener a su ?hija?.
_No pasará nada, se defenderme sóla. Comeré algo antes de partir.
_Coge la mochila que hay en el corral, todas las provisiones que veas y las dos botellas de agua de la nevera. Ten mucho cuidado por favor. Voy a darme un paseo...tengo que estar con mis pensamientos.
Sin pensarlo dos veces, Susana entró en el corral, cogió la mochila, fiambre, pan, fruta y todo lo comestible que vio y regresó a la cocina de la casa para hacerse tres huevos fritos. Le costó mucho encontrar los platos y los cubiertos, pero en cuanto lo hizo, comió tan rápido que por poco vomita. Se llevó algo de ropa y salió escopetada en busca de su supuesta hermana para encontrar respuestas a su situación.
Pensó en despedirse del hombre calvo, pero no sabía donde estaba. Así pues, emprendió su viaje al Oeste.
La casa parecía estar a las afueras de la civilización, no había un alma por lo menos en 30 kilómetros a la redonda.
Iba por un camino (rol) (descripción del camino...)
Después de una hora de viaje, se apartó del sendero para tomarse un descanso.
Empezó a cotillear las cosas que había en los bolsillos pequeños de su mochila. Encontró un chupachups de limón (que tanto le gustaban), una brújula y un reloj digital y, por suerte, el chupachups estaba comestible y la brújula y el reloj funcionaban. Eran las dos menos veinte y la fecha era el 12/02/08. La brújula marcaba el oeste. Todo parecía marchar bien.
Derrepente, Susana escuchó algo:
_Pssss, ¡oye, oye, aquí abajo! ¿Qué haces aquí, quién eres?
La chica miró al suelo y vio a un hombre del tamaño de su mano y con la voz muy grave. Al instante, le vino a la cabeza todo lo que sabía sobre personajes de fantasía, gnomos, hadas, trolls...todas las películas de fantasía que había visto y todos los libros que había leído.
_¿A ti que te importa? ¿Acaso te conozco de algo? Respondió algo borde. La gente cotilla no la soportaba Susana (aunque ella en el fondo lo fuera).
_Ay, chica...¿Y ese humor? ¿La guerra te ha tocado verdad? Ay...Ay...Ay...sois tan ariscos los humanos...No os dais cuenta de que a nadie le gusta que le traten así, sólo pensáis en vosotros mismos. ¡Iros de nuestro entorno! si os destruís las ciudades entre vosotros mismos no vengáis ahora a vivir aquí al campo a las casas abandonadas que utilizabamos nosotros!
_Bueno...la verdad es que algo de razón tienes, pequeño hombrecillo. Siento haber sido tan borde. Respondió Susana algo más simpática.
_No importa, a cambio, responderás a mi pregunta: ¿Has pensado alguna vez en el sentido de tu existencia? Quiero decir, ¿Cómo es posible que sin saber dónde estás, por qué estás aquí y sabiendo que tu memoria te ha abandonado, vayas a rescatar a tu supuesta hermana de las sucias manos de unos soldados que ni siquiera sabes por qué están en guerra?
La chica, muy sorprendida al ver que el hombrecillo conocía su situación, le respondió:
_Querido pesado y cotilla gnomo, no sé por qué sabes todo eso de mi...Ahora me lo dirás, pero responderé a tu pregunta. Pareces asustado por lo que te deparará tu vida. Es cierto que no sé donde estoy, pero el simple hecho de estar es suficiente motivo como para seguir adelante. Si sé por qué estoy aquí, todos tenemos un lugar en el que estar, pero no lo elegimos nosotros, si no nuestro destino. Y el haber perdido mi memoria me ha servido para aprender algo muy importante; dejar de vivir en mi pasado me ha ayudado a vivir mejor mi presente y aventurarme con más ganas en mi futuro.
_Eso es estúpido, nadie es tan fuerte como para tener esos ánimos después de todo lo que te está ocurriendo...
El gnomo se enfadó. Parecía estar intentando asustar a Susana y al ver la reacción de la chica se había mosqueado. Agitando sus pequeños dedos de las manos y diciendo unas palabras extrañas, salió una nube de polvo de sus extremidades e hizo que nuestra querida amiga se marease, se cayera bruscamente al suelo y se golpease fuertemente la cabeza con una piedra.
Las últimas palabras que escuchó de la voz grave del pequeño hombrecillo fueron: Primera fase.