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lunes, 8 de septiembre de 2008

3ºCapítulo Historia Susana

CAPÍTULO 3. ¿POR FIN ACABA?

_¡Susana!¡Susana!, ¿donde te has metido tía? Estamos comiendo dulces, te lo estás perdiendo.
Nuestra querida amiga se hallaba ahora en el suelo de un claro, junto a un lago. Su entorno era bastante bello a la luz de la luna, pero el cantar de los búhos lo hacía a su vez extremecedor. Su ropa ahora era muy diferente; ya no iba de calle, estaba vestida con un uniforme extraño de colores verdes y marrones pero conservaba sus famosas zapatillas.
Susana tenía miedo. Una vez más, no sabía donde estaba ni quién la llamaba, aunque su voz la sugería algo.
De repente, la luna, dibujó la sombra de una chica obesa, que salía a través de la oscuridad del bosque. Llevaba el mismo uniforme que ella. Rápidamente, como cuando se dice que ves toda tu vida antes de morir, entraron en la cabeza de Susana, toda una serie de escenas, donde aparecía ella con la chica en muchos sitios diferentes. Se reían alegremente. A su vez, supo toda la personalidad de la corpulenta adolescente. Sabía que podía confiar en ella.
_Venga tía, ¿quieres venir ya? ¿Qué haces ahí sóla? ¿Ibas a verte el reflejo en el lago?
_Ana..tengo que confesarte algo muy importante... Sinceramente, no tengo ni idea de qué hago aquí y tampoco tengo idea de dónde estoy...ahora mismo sólo te tengo a tí.
Susana contó todas sus historias desde que apareció en la cama del granjero y su amiga quedó sorprendida al ver cómo nuestra querida amiga, una vez más y con mucho ingenio, se inventaba ese tipo de bromas tan rápidamente.
_¿Me ves con cara de estar de guasa Ana? Estoy hablando muy enserio. Dijo muy enfadada.
_Venga tía, no digas chorradas, tengo mucha hambre. Vamos a comernos los dulces esos...que tienen una pinta estupendísima.
_Ana, por poco te lo crees, pusiste una cara...¡Jajajaja! Vamos.
Nuestra querida amiga pensó que sería mejor que fuera a un psicólogo especialista para que le ayudase en su problema...comprendía que su amiga no le creyera y se puso en su lugar. Llegó a la conclusión de que estaría mejor pasándoselo bien ahora que conocía a alguien. Supuso que recordaría también a la gente con la que estaba Ana.
Así pues, se levantó de nuevo y por tercera vez con ánimos. Las dos amigas se adentraron en el bosque, y después de unos minutos andando con la obesa de guía -y con la luz de la luna de visión- llegaron a un campamento, donde había unas personas alrededor de un fuego cantando y riendo mientras comían unos malvaviscos calentados al fuego. El ambiente le gustaba mucho a Susana por lo que "olvidó" un poco el tema.
Las dos chicas se aproximaron al grupo.
_¡Donde leches estabas! ¡Te ibas a perder estas nubes! Dijo un hombre de unos veinti poco años que también le sonaba mucho de algo.
El hombre que le habló,lo veía de nuevo en infinitas escenas que se agolparon en su cabeza. Rafa (Tete llamado por Susana) estaba presente en todas. Aparecía con los padres de él en una casa donde vivían como en familia, por lo que supuso que era su hermano. Pero a los padres no los conocía. Era algo misterioso.
A su vez, en muchas de esas escenas aparecía la novia de Tete, con la que iba al cine muchas veces.
La personalidad de Rafa y de esa chica ahora eran conocidas por Susana. Le comenzó a doler un poco la cabeza.
Le ocurrió lo mismo al ver a las otras 3 personas que estaban junto a Tete. Pepo, Diego y María también eran ahora conocidos.
Nuestra querida amiga estuvo cantando y riendo con sus nuevos amigos -a los que ella creía conocer de hace tiempo- unas dos o tres horas. Llegó el momento de contar historias y cuando le tocó el turno a Susana, narró la suya desde que despertó en la cama del granjero. Su buena amiga Ana, soltó una pequeña carcajada al volver a escucharla y dijo:
_Antes cerca del lago me la contó, por poco me lo creo y la tomo por una loca, ¡Hahahaha!.
Los demás rieron. Susana sacó una de sus falsas sonrisas. Recordó la situación en la que estaba. Empezó a preocuparse y a sentirse un poco mal por lo que quiso abandonar la velada.
_Bueno, tengo mucho sueño...me voy a ir ya a la cama. ¿Donde estaba mi tienda Ana?
Sus amigos intentaron convencerla de que permaneciera con ellos pero hizo caso omiso.
_Esa que está cerca del árbol con forma humana.
¡Era cierto! Con la suave luz que emitía la fogata apenas pudo fijarse. El extraño árbol tenía agujeros en su corteza que hacían de ojos y boca y sus ramas alargadas funcionaban como brazos.
Nuestra querida amiga, se introdujo en la tienda de campaña y observó una mochila que le había aparecido, antes, en una de las escenas con Tete. Se la había regalado, un día que se fueron los dos y la novia de Rafa de camping. Allí también estaban las cosas de Ana, sabía que eran suyas por el mismo motivo. Colocó su esterilla y se acostó.
_¿Qué me está pasando?¿Por qué a mi?...¿es acaso una especie de castigo realizado por el Karma? ¡no entiendo por qué me he desmayado cerca de ese lago, he tenído todos esos extraños sueños y visiones y he perdido toda mi memoria!¡Como es posible que no recuerde ni mi familia ni mi hogar pero sí a esos amigos mios y a mi "hermano"?
La desesperación comenzaba. Quería ir a un psicólogo lo antes posible para poder ser tratada. ¡No quería volverse loca!
De pronto, un silencio inundó el ambiente. Fue muy incómodo dejar de oir a sus amigos hablar y a los búhos cantar. Sólo estaba presente el sonido de los árboles arrullados por el viento. Se asustó.
_¡Susana, Susana! ¡Acércate Susana! Una voz muy grave y misteriosa provenía del exterior. Le hacía temblar. Tenía muchísimo miedo y no se atrevía a salir. Gritó auxilio pero no hubo respuesta alguna.
_¡Vamos Susana, sal, tenemos que hablar! Algo tocó la tienda y comenzó a moverla para que saliera. Esa extraña voz insistía.
Tímidamente y muy asustada, asomó la cabeza despacio y observó: ¡El árbol había tomado mayor forma humana. Ahora sus brazos eran largos y de hombre, su corteza se había tornado en piel! Éste apenas parpadeaba.
El fuego aún ardía pero sus amigos ya no estaban. Gritó desesperada.
_¡Qué es lo que quieres de mí! ¡Qué me está pasando y dónde están mis amigos!
El árbol permaneció unos segundos en silencio y respondió:
_¿Has pensado alguna vez en si tus amigos son de verdad tus amigos?
La chica, muy enfadada, dijo:
_Claro que si, pero qué tendra que ver eso ahora? ¡responde a mis preguntas!
_Tiene mucho que ver, tus amigos te han abandonado; no me extraña, no querían estar con una loca y se marcharon. Nadie quiere estar con una enferma mental.
Susana observó a su alrededor, las tiendas de campaña ya no estaban, sólo permanecía la suya. Miró dentro de su tienda y las cosas de Ana ya no estaban.
Muy triste y casi llorando contestó:
_¿Por qué me tiene que pasar esto a mi? ¿Que he hecho....?
_Nada, simplemente contesta a mi pregunta y yo contestaré a las tuyas.
_Pues...la verdad es que eso yo ya lo sabía, no puedes fiarte nunca de nadie. Salvo tu madre, todo el mundo te puede dar una puñalada trapera cuando menos te lo esperes. Dijo ella con un tono de voz más suave y calmado.
_¡Oh! ¿Entonces ya lo tienes asumido?
_¿Si te respondo esto último me dirás todo lo que quiero saber?
_Claro.
_Bien, pues sí, ya lo tengo asumido y no por ello me estanco, sigo adelante siempre y siempre seguiré adelante.
_Pero tu hermano Rafa no te ha abandonado, él nunca lo haría, o al menos hoy por hoy. ¡Te está despertando!

1 comentarios:

Espinete dijo...

"Estamos comiendo dulces, te lo estas perdiendo"
Esa frase es antologica